El maravilloso mundo de los SSD ha revitalizado nuestros viejos ordenadores, y a los nuevos les ha dado una velocidad que hasta ahora desconocíamos. Los discos duros, aunque siguen estando vigentes, son tecnología antigua, pasada de moda, que ya no aporta mejoras respecto de los nuevos dispositivos de almacenamiento.Hoy vamos a repasar lo que nos pueden ofrecer los SSD, y las ventajas que obtendremos al utilizar uno. Y lo haremos por dos vías: una, arriba, el vídeo SSD vs HDD, ¿qué ofrece cada uno donde desmigamos las características en menos de tres minutos; otra, a continuación, con todas las explicaciones en profundidad.SSD vs. HDD, las diferenciasLos discos duros tradicionales o HDD (hard disk drive) llevan décadas acompañándonos, pero en los últimos años han aparecido unos terribles compañeros de batalla: son los SSD, unidades de estado sólido (del inglés solid state drive) que han traído consigo importantes ventajas sobre los primeros… y también algunos inconvenientes, claro.A efectos prácticos, los SSD son notablemente más rápidos que los HDD, del orden de cinco veces más según nuestras propias pruebas. Los SSD son capaces de transferir información a una velocidad de hasta 500 MB/s, mientras que los discos duros tradicionales suelen ofrecer unos 100 MB/s, muchos modelos incluso menos.Otro punto importante es que la velocidad de acceso a los datos, es decir el tiempo que se tarda en encontrar un dato, es mejor en los SSD: entre 0,05 y 0,23 milisegundos, frente a los entre 7 y 16 ms. de los discos duros mecánicos. Por supuesto cuando menor sea el tiempo de acceso mejor será para nuestros intereses, y desde luego la diferencia es significativamente amplia.
Todas estas mejoras son debidas, en parte, a que los SSD no usan partes mecánicas, al contrario que los HDD en los que un disco gira a una cierta velocidad y una aguja se va moviendo para ir ‘leyendo’ los datos. El no requerir movimiento para su funcionamiento también repercute en otras ventajas, como que toleran mejor los golpes, no emiten ruidos significativos, generan menos calor e incluso consumen menos energía, algo importante sobre todo en ordenadores portátiles.Si miramos al otro lado de la balanza, evidentemente no todo van a ser ventajas. Los SSD también tienen algunos inconvenientes que deben ser tenidos en cuenta. Por ejemplo, su fiabilidad: los primeros SSD del mercado fallaban con cierta frecuencia, si bien este problema ya ha sido mejorado y no supone un contratiempo importante. También la capacidad es relativamente limitada, con los SSD de 120 o 240 GB como modelos más habituales frente a los 1 o 2 TB de los discos duros mecánicos. Si miramos lo que cuesta almacenar 1 GB en cada uno de los dos dispositivos los SSD son más caros que los HDD, algo que por otra parte es bastante lógico: son más rápidos, pero también tienen un coste superiorLas características técnicas y su repercusiónHablando de SSD podemos diferenciar tres dos características importantes: memoria y controlador.A nivel interno, la memoria flash se construye con diferentes estructuras denominadas SLC, TLC y MLC (Single-, Triple– y Multi– levelcell), que se diferencian en la cantidad de bits que puede almacenar cada celda de memoria. La mayoría de los SSD domésticos son TLC y MLC, y en general la mayoría de usuarios no notarán diferencias en su uso.El controlador de un SSD tiene una importancia mayor. El controlador es el elemento hardware encargado de gestionar las operaciones a realizar por el dispositivo. Dónde almacenar la información, qué zonas están libres o cómo reubicar ciertos datos. Marvell, Intel, Indilinx o SandForce suelen ser los líderes en este mercado, y se van intercambiando el primer puesto según se van lanzando nuevos modelos y generaciones.La interfaz es importanteLa interfaz es otro elemento importante, no tanto por afectar al rendimiento (apenas lo hace) si no porque será un requisito de instalación en nuestro ordenador. Lo más habitual es que admita unidades SATA (2 o 3), aunque cada vez son más habituales otros formatos como mSATA o M.2, ya sea en portátiles o equipos de escritorio.Los SSD merecen mucho la penaSon unidades relativamente modernas pero que están teniendo una gran aceptación por parte del público. Inicialmente eran bastante caros, pero en los últimos meses han bajado significativamente de precio. Ahora podemos encontrar unidades SSD de 120 GB por unos 70 euros.La capacidad continúa siendo su gran desventaja frente a los discos duros tradicionales, que pueden almacenar una cantidad mucho mayor de información. Para contrarrestar este hecho, muchos usuarios utilizan una doble configuración SSD + HDD que les permite tener la velocidad del primero (generalmente utilizado para el sistema operativo) y la gran capacidad del segundo (para almacenar elementos multimedia u otros programas).El resultado de utilizar un SSD es que veremos cómo nuestro ordenador funciona a una velocidad mucho mayor en algunas de las funcionalidades. Por ejemplo la carga del sistema operativo (y sus funciones), la apertura de programas o la copia o movimiento de ficheros. No es una mejora global: por ejemplo un SSD no hará que un videojuego se ejecute con una mayor tasa de imágenes por segundo, aunque sus niveles sí cargarán más rápido.Leer articulo original